En nuestro primer post de la serie “Finanzas para freelance”, analizamos los aspectos a tener en cuenta cuando decidimos algo tan importante como cuánto cobrar por tus proyectos. Como complemento a ese análisis, hoy queremos analizar y recomendar cómo cobrar por tus servicios freelance.
El presupuesto de los proyectos que ofrece un freelance a sus clientes se presenta típicamente con un precio por hora o con un precio fijo. En este cuadro hemos resumido las ventajas e inconvenientes de cada modalidad de presupuesto:
1. Precio por hora
Muchos freelance presupuestan sus proyectos utilizando un coste por hora y una estimación de horas necesarias, ofreciendo esta información al cliente y, por tanto, dejando abierto el precio final del trabajo.
El proceso de cálculo del precio por hora es un ejercicio altamente recomendado para todo trabajador freelance porque obliga a hacerse preguntas estratégicas sobre tu negocio y ofrece una primera referencia numérica para determinar el precio de tus proyectos. El presupuesto que se envía al cliente normalmente incluye un desglose de las horas estimadas, y ofrece por tanto un precio final estimado como resultado de multiplicar las horas estimadas por el precio de una hora. Hay freelancers que se sienten cómodos con este método porque elimina el riesgo de cubrir al menos el tiempo dedicado al proyecto del cliente. Sin embargo, muchos freelance experimentados advierten de los riesgos y problemas que tiene esta forma de presupuestar:
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